En estos tiempos que corren, en los que las tecnologías nos
inundan e incluso el papel tiende a veces, tristemente, a dejarse de lado, la
transmisión oral se nos pierde poco a poco. Es nuestra obligación de maestros,
trabajar para que los textos folclóricos y su gran herencia de personajes
maravillosos sigan colaborando en la transmisión de tantas emociones y tantos
buenos momentos con los niños y los no tan niños. Vygotsky nos hace presente la
importancia de la oralidad cuando apunta que el desarrollo mental del hombre tiene su origen en la comunicación
verbal entre el niño y el adulto.
¿Y cuáles son estos textos? Pues podríamos decir que los
cuentos, fábulas, leyendas, canciones… de toda la vida. Pero tienen unas
características básicas: son textos anónimos, se han transmitido de forma oral
a lo largo del tiempo y encontramos múltiples variantes de cada uno de ellos,
ya que en la transmisión cada narrador podía hacer sus pequeñas aportaciones o
modificaciones, siempre condicionadas por su visión de las cosas o por la
influencia de su cultura. Como bien dice el módulo docente de la asignatura, la tradición oral es la historia de un
pueblo.
Estos cuentos, desde su origen, han tenido que ser adaptados
ya que no eran cuentos infantiles, estaban dirigidos a toda la familia. Su
principal función es la lúdica, aunque siempre esconden una función didáctica y
a veces moralizante (con o sin moraleja).
Lo típico de este tipo de texto es que los acontecimientos
se desarrollen de forma cronológica y lineal y se establecen relaciones de
causa-efecto entre las acciones que van teniendo lugar.
Algo que me parece de gran importancia al narrar cualquier
cuento, pero quizás más los cuentos contados, son las fórmulas de entrada y de
salida: “érase una vez…”, “había una vez…”, “hace mucho mucho tiempo…”,
“colorín colorado…”, etc. Para los niños es de gran ayuda a la hora de fijar su
atención en el comienzo de la narración y en la salida, para cerrar el cauce
narrativo y hacer volver al oyente al mundo real, donde más tarde podremos si
queremos reflexionar sobre lo escuchado.
Vamos a comenzar con la selección.
El lobo y los siete
cabritillos
Este cuento lo he elegido porque al hacer la revisión, me di
cuenta que lo tenía totalmente olvidado y es el cuento que más veces mi padre
me contó. Incluso lo versionaba añadiendo a la historia personajes de nuestro
pueblo, esto me hacía muchísima gracia… Fui recordando todos los detalles,
sorprendentemente, después de alrededor de veinticinco años sin escucharlo.
Propongo que este cuento puede ser contado a niños de tres o
cuatro años sin ningún problema. El vocabulario es muy accesible para ellos y
ya están familiarizados con el lobo, que desde algún tiempo antes les interesa
muchísimo y juegan a ser el lobo o a ser perseguidos por él. Según Piaget a
esta edad (entre los dos y los siete años) en la fase preoperacional, los niños
empiezan a ser capaces de ponerse en el lugar de los demás, actuar y jugar
adquiriendo roles ficticios.
La versión que yo he elegido es la de “El libro de los 101
cuentos”, pero la versión más parecida que he encontrado para que podáis leer
online es esta:
Los protagonistas son animales personificados que actúan
como humanos. Tenemos a uno de los arquetipos más frecuentes: el lobo que se
come a las crías. Para los niños el lobo simboliza el temor a ser devorado
internamente y no poder crecer a la vez que siente temor porque alguien se
apropie de su vida (del módulo docente). Podríamos asemejarlo a la estructura fechoría (acción del lobo), acción del héroe
(madre o incluso cabritillo pequeño) y desenlace feliz.
Del vocabulario no cambiaría nada por ser complejo, me
parece bastante sencillo y si alguna palabra es más complicada ellos
preguntarán su significado. Esto no les impedirá para nada entender la
historia.
Solamente cambiaría una cosa: cuando finalmente el lobo
muere ahogado, los cabritillos lo celebran cantando y bailando toda la noche. Me
crea algo de duda, ya que las teorías de Bettelheim nos animan a no alejar las
crudezas de la realidad de los niños receptores, pero la verdad es que como
final, me ha gustado más el versionado por Kalandraka, que dice:
“Se acercó a la orilla del río e
inclinó el cuerpo para beber, pero perdió el equilibrio y se cayó. Arrastrado
por la corriente, desapareció para siempre…
La cabra y los siete
cabritillos volvieron contentos a casa. Y aún deben estar allí, si es que no se
marcharon.”
En realidad dice lo mismo, el lobo muere ahogado, pero es un
final un poco más abierto ya que dice que desapareció para siempre y el alivio
de los niños será el mismo. La versión de El
libro de los 101 cuentos dice que se ahogó cayendo al pozo, pero como he
preferido elegir el final de Kalandraka, me he quedado con el final del río.
Algo que se me ha ocurrido en relación al debate sobre el
papel feminismo y el masculino presente en estos cuentos, es cambiar el sexo
del lobo y la cabra. Podría resultar interesante que el lobo sea una loba o que
la mamá cabra sea el papá macho cabrío. Me intriga saber cómo reaccionarían los
niños.
Por último, si quisiéramos trabajar después de la narración
el cuento, propondría una pequeña tertulia dialógica donde cada uno elija una
frase, idea, personaje, etc., que le haya llamado la atención y todos hagamos
algún comentario sobre ello.
El traje nuevo del
emperador
A pesar de conocer este cuento desde hace mucho tiempo, ha
sido ahora volviendo a leerlo cuando me ha parecido de una riqueza increíble.
Lleno de ironía y más para mayores que para niños, me gustaría probar con ellos,
en concreto con la edad de cinco o seis años, cómo reaccionan y qué ideas
extraen del cuento. Y es que según investigadores de la Universidad de
Montreal, en Canadá, los niños a partir de los cuatro años pueden entender e
incluso utilizar algunas formas de ironía. El lenguaje es bastante sencillo e
igualmente que con el cuento anterior, ¡si tienen dudas que pregunten! No le
cambiaría absolutamente nada.
A través del cuento podemos tratar la inocencia y la
sinceridad como grandes virtudes, por encima de las mentiras, las vanidades y
las adulaciones. Relaciones entre los personajes. Sinceridad. Autoestima.
Inseguridades. La necesidad de pensar por uno mismo y no dejarse llevar por la
opinión de los demás. Realidad e imaginación. Vamos, una joya para trabajar con
ellos tantos temas como surjan.
La estructura de nuevo responde a la clásica, planteamiento,
nudo y desenlace.
Para finalizar la lectura propondría que entre todos pensásemos
que hubiese pasado si se hubiesen dado otros finales, como por ejemplo, que el
emperador no fuese tan presumido o si el niño no hubiera dicho que iba desnudo.
Otra idea sería pensar entre todos que habría pasado en el
reino después de ese día.
También propondría una pequeña tertulia dialógica con las ideas
que más les han llamado la atención.
Por último propongo un juego de palmas:
En la calle 24
En la
calle-lle
Veinticuatro-tro
Ha habido-do-do
Un
asesinato-to
Una
vieja-ja
Mató un gato-to
Con la punta-ta
Del zapato-to
Pobre vieja-ja
Pobre gato-to
Pobre punta-ta
Del zapato-to
El juego consiste en ponernos en parejas o en grupos e ir
chocando las palmas con los que tenemos a izquierda y derecha. Cuando repetimos
la última sílaba, damos dos palmadas cada uno. Si queremos añadirle un poco de
emoción al juego, por turnos vamos agachándonos cuando damos estas dos
palmadas.
Aquí os dejo un video, aunque apuesto a que os lo sabéis
perfectamente ;)
Los juegos populares se encuentran en claro declive y al
igual que con los cuentos, debemos poner nuestro grano de arena en que no
desaparezcan.
Para cerrar esta entrada quería recordar que cuando contamos
un cuento ¡no debemos explicarlo! Y
pos supuesto no moralizar. Porque lo que explicaríamos sería nuestra versión
propia. Dejemos a los niños decidir qué es lo que el cuento les transmite en
cada momento.
Referencias bibliográficas
Módulo docente Literatura Infantil (Irune Labajo).
Jouini, Khemais., “Las fórmulas de apertura y de clausura
en los cuentos populares magrebíes y españoles”. Culturas Populares. Revista
Electrónica 2 (mayo-agosto 2006).
Martínez, Y., “Los niños de cuatro años comprenden la
ironía”. Artículo recuperado de http://www.tendencias21.net/Los-ninos-de-cuatro-anos-comprenden-la-ironia_a4849.html
Villar, F., El
enfoque constructivista de Piaget, Universidad de Barcelona. Recuperado de http://www.ub.edu/dppsed/fvillar/principal/pdf/proyecto/cap_05_piaget.pdf
Imágenes:
Había una vez…colorín colorado
El lobo y los siete cabritillos
El traje nuevo del emperador
http://cosorongosraros2.blogspot.com.es/2014/11/cuento-el-traje-nuevo-del-emperador.html
Juego de palmas
https://edutictac.es/balmes/juegos-y-canciones-de-palmas-infantiles/
Juego de palmas
https://edutictac.es/balmes/juegos-y-canciones-de-palmas-infantiles/