miércoles, 31 de mayo de 2017

FIN

Hemos llegado al final de la asignatura y toca recapitular vivencias y aprendizajes a través de un artículo final que refleje todo esto lo mejor posible.

Para escribir este artículo, empezaré por recordar en qué punto estaba yo en el momento en que empezó la asignatura, allá por febrero. Me encantan los cuentos infantiles. Desde que fui madre tuve la suerte de ir dando con cuentos especiales, más allá de las princesas Disney o Peppa Pig. Pronto empecé a ver la magia que los cuentos ofrecen a los niños y la importancia del acercamiento temprano a la literatura, pero evidentemente, todo muy de andar por casa. Sin pensar en momentos evolutivos (porque no los conocía) ni en intereses literarios del niño. Sí que dispuse en el salón de casa un rincón donde tienen algunos cuentos en estantes a su alcance con la portada vista y otros más al lado en una caja. Para delimitar el espacio, una alfombra y unos cojines. Así, vamos renovando y rotando cuentos, según sus gustos y los míos, sin más.

No sabía muy bien como iba a ser la asignatura. Muchas ganas de hacerla, he de decir…¡que no tenía! Si disfrutamos con los cuentos…¿Para qué darle más vueltas? Ahora lo pienso y no tenía ni idea de lo que iba a aprender.



Haré un repasillo tema por tema.

Con el primer tema, los libros infantiles de autor fue como rompimos el hielo en el blog.
Este trabajo me enseñó a seleccionar un cuento para una determinada edad siendo plenamente consciente de que estoy escogiendo un cuento adecuado, pudiendo justificarlo y argumentarlo.
Otro aspecto en el que nunca me había fijado, era en la existencia de cuentos literarios y paraliterarios y aunque a veces se distinguen perfectamente, la línea entre unos y otros puede ser muy delgada. Es importante tener esto en cuenta dependiendo de qué intenciones tengas en cada momento.
Corrigiendo esta entrada, Irune me enseñó a aprovechar el simbolismo de la literatura para generalizar un tema concreto (una niña con tendencia a las caídas) pudiendo así hacer que se identifiquen todos los oyentes o lectores del cuento (si lo tratamos, por ejemplo, como las torpezas de cada uno).

El segundo tema, los textos folclóricos en infantil. Al leer la guía de trabajo recuerdo pensar que no me apetecía nada meterme con los cuentos folclóricos, ¡con los cuentos tan geniales y actuales que hay! Estaba completamente bloqueada con este tipo de cuentos y de hecho nunca se los había contado a mis hijos. Pero fue empezar a leer algunos para elegir los que trabajaría y empezar a recordar bonitos momentos de mi infancia y a la vez empezar a redescubrir y reinterpretar cuentos que, evidentemente, no entiendes igual a los 6 años que a los 31. En especial mencionaré el cuento “El traje nuevo del emperador”. Me pareció impresionante.

Tercer tema: La hora del cuento. Considero que este taller fue clave para la evolución que he experimentado en  la asignatura. Contar un cuento a un adulto es una oportunidad que no surge normalmente. Como contaba en la entrada, me quedo con el feedback del grupo y el intento de normalizar la acción de contar cuentos, sean dirigidos a quien sea.

Seguimos avanzando en los temas y llegamos a las creaciones literarias. Esta entrada me daba miedo, tal cual. Fui aplazando mucho el momento de ponerme a trabajar porque la verdad, nunca he tenido mucha imaginación y aunque me encanta leer y leer, cuando llega el momento de escribir algo, no se por donde empezar. Por eso estoy muy contenta con el resultado de esta entrada. Últimamente tengo un mantra: Muévete y el camino aparecerá (proverbio Zen). Cuando intento ordenar en mi cabeza y tenerlo todo listo para empezar a escribir, no empiezo nunca. Nunca lo veo tan claro como para empezar. Ninguna idea me convence. Gracias a este proverbio y por supuesto a las estrategias que Irune nos propuso, los tres textos nacieron de la misma manera. Empieza. Lo que sea. Como sea. Después irás cambiando lo que te guste menos o incluso lo cambiarás todo, pero hasta que no lo empiezas a hacer, a veces es difícil creer que puedes hacerlo.

Y por último la biblioteca de aula. Parece que lo normal es lo que vemos en quizás la  mayoría de las aulas de infantil: rincones de lectura compuestos de cuatro cuentos hechos polvo y anticuados metidos en cualquier estante que nos sobra. En mi cabeza también estaba que al haber biblioteca de centro, con muchos más ejemplares, podía ser suficiente. Pero la última cosa que me iba a enseñar esta asignatura es que la biblioteca de aula es IMPRESCINDIBLE.  A veces tendremos que estrujarnos un poco la cabeza para ubicar todo de la mejor manera posible, pero por pequeño que sea, un rinconcito podremos sacar donde los niños se sientan cómodos y en armonía con los libros.

Por último en cuanto a las entradas, decir que los comentarios de las compañeras son una ayuda muy grande. Hay veces que por más que lees un texto no sabes cómo mejorarlo o no te das cuenta de cosas muy evidentes. Por ejemplo en la hora del cuento yo conté Rosa Caramelo. Entonces al redactar la entrada comenzaba a hablar de la historia, de la protagonista, etc. Y una compañera me escribió: “¿por qué no pones un resumen del cuento? Para saber se qué va…”
¡Pues porque no se me había ocurrido jamás que alguien en todo el mundo no lo habría leído! ¿Por qué? Porque yo SÍ lo había leído. Algo muy evidente que me tuvieron que decir porque yo no lo vi.
Y por supuesto muchísimas sugerencias muy buenas que enriquecen siempre.

Es una pena ver que en muchísimos colegios no se le da ningún tipo de importancia a este rincón (ni en lo físico ni en lo temporal) de literatura. Queremos que los niños lean y se aficionen a la lectura pero se lo ponemos realmente difícil. Por eso me gustaría en mi labor como docente contribuir en lo máximo a que esta pasión por la lectura llegue.

De lo que he aprendido, lo que quiero hacer llegar a los niños es:
 Cuentos apropiados a su momento evolutivo, aprovechando los temas para que los niños vivan en otros y normalicen cosas que a ellos también les ocurren.
·      Cuentos folclóricos, para que estén vivos siempre. Muchas veces si no se los contamos nosotros, no se los va a contar nadie. Para esto, he aprendido a realizar las adaptaciones precisas para dirigirlos a cualquier edad (si precisan de adaptación).
·      Cuentos contados, leídos o narrados de la mejor manera posible. Poner en marcha las estrategias para la motivación y seguir siempre buscando nuevas formas de llegar a los niños.
·      Crear textos para los niños y con los niños. Utilizar las estrategias que he conocido para despertar su creatividad y que se sientan libres y confiados para expresar.
·      Proporcionarles un espacio en el aula preparado y equipado para que en sus contactos con la literatura puedan disfrutar al máximo.
·      Y sobre todo, ayudarles a disfrutar, disfrutar y disfrutar de la literatura.



Como conclusión a este artículo y en general a la asignatura, solo puedo decir que me ha encantado, pese a mis pequeños miedos al afrontar cada una de las actividades, las he disfrutado mucho y estoy contenta con el resultado.


domingo, 21 de mayo de 2017

Biblioteca de aula

Introducción
                                                                                       
Para realizar esta actividad, Elena, María y yo nos hemos juntado con el propósito de crear nuestra propia biblioteca de aula. Consideramos que es un elemento imprescindible por un lado en las aulas, pero también debería haber un rincón de lectura en las casas de los niños ya que forma parte de su proceso de enseñanza aprendizaje y si queremos ayudar a los niños a disfrutar del placer de la lectura. Hemos decidido hacerlo en grupo porque creemos que es una buena práctica de cara a nuestra futura labor como maestras de infantil donde es muy probable que tengamos que ponernos de acuerdo en algunos aspectos con otras profesoras para organizar y gestionar nuestra biblioteca de aula.

El REAL DECRETO 1630/2006, de 29 de diciembre, por el que se establecen las enseñanzas mínimas del segundo ciclo de Educación infantil establece que “es preciso también un acercamiento a la literatura infantil, a partir de textos comprensibles y accesibles para que esta iniciación literaria sea fuente de goce y disfrute, de diversión y de juego”.

Así, desde muy temprana edad debemos poner a los niños en contacto con la literatura, pieza clave en el desarrollo del niño. Es cierto que los niños a esta edad no suelen saber leer, pero eso no significa que no disfruten de los libros (lo ideal sería que los hubieran disfrutado desde bebés). Habrá momentos en que los niños deseen un cuento para disfrutarlo sin más y momentos en que su interés sea ampliar conocimientos sobre diferentes temas planteados durante el aprendizaje.

Consideramos necesaria la biblioteca de aula por razones como:
                                                                                       
-Despertar el interés de nuestros alumnos por conocer.
                                                                                       
-Favorecer situaciones de aprendizaje motivadoras contribuyendo al progreso individual de cada niño, según sus capacidades e intereses.
                                                                                       
-Facilitar la igualdad de oportunidades a alumnos de distintos medios socioculturales y socioeconómicos.
                                                                                       
-Fomentar su conocimiento sobre cómo se organiza una biblioteca.
                                                                                    
-Capacitar al alumno para que reconozca en los libros los instrumentos que le ayudarán a crecer desde el punto de vista cultural y social.
                                                                                       
-Desarrollar el gusto de leer por leer.
                                                                                       
-Favorecer la adquisición de hábitos de consulta, base para el estudio y la investigación futuras.
                                                                     
Es nuestro deber inexcusable transmitirles el gusto por la lectura y esto se facilita creando en su propia aula un rincón con el clima adecuado, que invite a acercarse, ponerse cómodo y dejarse llevar por las letras y las ilustraciones.

¿Cómo podemos hacer realidad este rincón?

Situación en el aula

Vamos a realizar nuestro trabajo de mejora partiendo de un aula de 2º de infantil, niños de 4-5 años, en el colegio Blanca de Castilla, más conocido por las Damas Negras. El colegio está ubicado hacia un gran patio de manzana o de recreo perteneciente al colegio, donde se hacen las actividades al aire libre y donde están el gimnasio polideportivo y otras instalaciones.
Por razones laborales tenemos acceso a las aulas de este centro. Es un centro línea tres, con aulas amplias y muy iluminadas por el gran número de ventanas que hay en cada aula, que permite el acceso de luz natural.

Ratio de una  tutora por cada 25 niños y con aseo dentro de cada aula, haciendo que las clases sean bastante independientes.

Las aulas son amplias con espacio suficiente para ser distribuidas por rincones, para no centrarnos únicamente en las mesas y sillas, y adoptar así otra dinámica de clase.

Ubicado en el barrio Chamberí, su entrada principal está en la calle Paseo de Eduardo Dato nº 2, otra parte de su fachada tiene su acceso desde la calle  Fernández de la Hoz.

Nuestra aula en concreto está situada en la fachada de la calle de Fernández de la Hoz, es una estancia con cuatro grandes ventanales. A continuación adjuntamos unas imágenes del plano actual y del plano después del nuevo diseño.


A continuación adjuntamos las fotos del actual rincón de trabajo y el plano con la situación actual:



Diseño

En primer lugar debemos situar estratégicamente el rincón dentro del aula. Debe ser una zona con buena luz, de agradable temperatura y con la máxima comodidad que podamos darle. La zona debe diferenciarse bien del resto adquiriendo personalidad propia. Un espacio próximo al hogar. Por supuesto estamos creando una biblioteca para los niños, todo debe estar a su alcance y con la máxima visibilidad posible.

Queremos que sea el centro de investigación y recursos de nuestra clase, tanto para los alumnos como para la profesora, donde se disponga de diversos materiales como libros editados, libros creados por los propios alumnos, libros de casa… Así que lo primero que haremos es indicarlo perfectamente dentro del aula:


A continuación mostramos el plano con la distribución óptima de la nueva biblioteca en el aula:


Comparando ambos planos, el del aula actual y el aula con la distribución nueva, podemos observar los siguientes cambios:

      Los percheros has sido recolocados en la zona hall de la clase para ganar espacio y orden.
      El rincón de trabajo ha sido reajustado y deja de ocupar un papel tan importante de espacio y de concepto. Ocupando este lugar la zona de asamblea y de encuentro de los miembros de la clase.
      La zona general de almacenaje se reagrupa en estanterías debajo de las ventanas y cerca de la zona de trabajo, para que los materiales estén a mano para su uso.
      Se crea un rincón de matemáticas y de construcciones, para dividir el aula por rincones y dinamizar la clase.
      Se amplía el rincón de lectura, que hasta el momento era una sola estantería con cuentos sin clasificar, desordenados y la mayoría estropeados. Seguimos aprovechando su situación actual por el gran ventanal, que ofrece luz natural y sitio estratégico y acogedor.
      El rincón de juego simbólico se mantiene pero se reorganiza aprovechando más el espacio.

Para crear un ambiente motivador y que el niño se sienta atraído por ese lugar tendremos estanterías donde colocaremos los libros de manera que se vea la portada. El resto de libros los dispondremos en cajas:



El mobiliario será adecuado a sus características y necesidades, sillas y mesas de su altura, cojines, colchonetas y puffs.




Contenidos/fondo

En nuestra biblioteca tendremos distintos tipos de libros. Hemos decidido diferenciar entre libros literarios y paraliterarios, siendo mayor el porcentaje que vamos a dedicar a los literarios. Además pediremos a nuestros alumnos que colaboren con algunos cuentos propios y por supuesto los libros que vamos a crear en el aula. La división de porcentajes sería la siguiente:

    Libros literarios. El 50% de los libros de la biblioteca serán literarios. Dispondremos de ellos durante todo el curso.
   Libros paraliterarios, libros didácticos y de consulta. Para este fin reservaremos el 25 % de los libros. Lógicamente irán variando en función de las unidades o proyectos que los niños estén llevando a cabo en cada momento.
   Libros creados con y para los niños en clase. Representarán el 10%. Es un porcentaje bajo pero debemos pensar que no sabemos con certeza de qué tiempo vamos a disponer para crear. Si a lo largo del curso viésemos que el porcentaje puede aumentar, lo modificaríamos.
   Libros que los niños traerán de sus casas. El 15% total de los libros los conseguiremos de esta manera. Obviamente, y respetando las posibilidades de cada uno, daremos unas pautas a los padres sobre los libros más adecuados para ellos y para el momento. Así entre los padres y el niño podrán elegir con más acierto el libro que traen al aula. Debido al porcentaje que éstos representan en la biblioteca, no habrá libros de todos los niños a la vez, irán cambiando temporalmente.
En nuestra aula tenemos 25 niños y niñas de 4-5 años que se encuentran en la etapa preoperacional (subperiodo intuitivo), en el momento de máxima fantasía, les gustan los cuentos de hadas y los cuentos maravillosos, mágicos, con personajes fantásticos. También les gustan mucho los animales, el juego simbólico y la dramatización.


Entre los criterios que debemos tener en cuenta para elegir los libros y el diverso material con el crearemos nuestra biblioteca están los siguientes:

• Tipo de pasta, encuadernación y formato.
• Dibujos e ilustraciones motivadoras y claras.
• Tipo de letra adecuada.
• Tipo de textos (cuentos, libros, periódicos, folletos de publicidad, dípticos, etc.)
• Linealidad en la narración.
• Reducido número de personajes.
• Las dimensiones de los libros serán tales, que el niño pueda manejar con facilidad.

• En cuanto a otros tipos de textos (folletos, listín de teléfonos, diccionarios…), se presentarán tal cual para que los niños y niñas se vayan acostumbrando a la realidad con la que se van a encontrar.
En cuanto a la cantidad, queremos que haya dos libros por niño, así que necesitamos en total 50 libros. A excepción de los libros que traerán los niños, los que vamos a crear con ellos y los paraliterarios y didácticos (que dependerá del momento) nos quedan 25 libros a nuestra elección, correspondiente a la sección literarios, que basándonos en lo dicho anteriormente serán los siguientes:

    1. Salvaje (Emily Hughes). Editorial: Libros del Zorro Rojo
    2. Adivina cuánto te quiero (Sam McBratney). Editorial: Kokinos
    3. Orejas de mariposa (Luisa Aguilar). Editorial: SL Kalandraca
    4. Por cuatro esquinitas de nada (Jérome Ruillier). Editorial: Juventud
    5. El cazo de Lorenzo (Isabelle Carrier). Editorial: Juventud
    6. Rosa caramelo (Adela Turin). Editorial: Kalandraka
    7. Te quiero (casi siempre) (Anna Llenas). Editorial: SLU Espasa Libros
    8. Vacío (Anna Llenas). Editorial: Barbara Fiore Editora
    9. Inés del revés (Anita Jeram). Editorial: Kokinos
    10. El grúfalo (Julia Donaldson). Editorial: MacMillan Heinemann
    11. El punto (The dot) (Peter Reynolds). Editorial: Serres
    12. El topo que quería saber quién se había hecho aquello en su cabeza (Werner Holzwarth). Editorial: Alfaguara
    13. ¿A qué sabe la luna? (Michael Grejniec). Editorial: SL Kalandraka Editora
    14. Elmer (David Mckee). Editorial: Beascoa
    15. Te quiero un montón (JUan Carlos Chandro). Editorial: Bruño
    16. Poemas de la oca loca (Gloria Fuertes). Editorial: SL Kalandraka Editora
    17. Los versos del libro tonto (Beatriz Giménez de Ory). Editorial: SL Kalandraka Editora
    18. 12 poemas de Federico García Lorca. Editorial: SL Kalandraka Editora
    19. Canción del pirata (José de Espronceda). Editorial: Idampa
    20. Amelia quiere un perro (Tim Bowley). Editorial: Kalandraka
    21. El león que no sabía escribir. (Martin Baltscheit). Editorial: Oguez Ediciones
    22. Siete ratones ciegos. (Ed Young). Editorial: Ekare
    23. El pez arcoiris. (Marcus Pfister). Editorial: Beascoa
     24. El pequeño conejo blanco. (Xose Ballesteros). Editorial: Kalandraka
    25. Un regalo diferente. (Marta Azcona). Editorial: Kalandraka

Organización y gestión

Nuestra biblioteca de aula pretendemos que sea un espacio en el que llevaremos a cabo gran parte de las actividades de lectura, escritura y lenguaje oral y que generará situaciones diversas de lectura por placer, momentos de búsqueda de información sobre un tema en concreto y momentos de intercambios de opiniones sobre lo leído.

Para el buen funcionamiento de la biblioteca para empezar habrá que registrar en un archivador todos los libros y material de que disponemos con hojas de este tipo:



Luego sellaremos los libros con un sello nuestro propio para que sepamos que es de nuestra aula.

Consideramos que es adecuado prestar los materiales de la biblioteca por ejemplo durante una semana, de lunes a lunes, porque de esta forma creemos que provoca interés por la lectura, se implica a las familias en el proceso lector del niño, se fomenta el desarrollo de la responsabilidad por lo común, desarrolla la autonomía y estimula la toma de decisiones al tener que elegir el libro que más le atraiga. Para ello tendremos un mural con los cuentos disponibles en la biblioteca de manera que cuando un niño coge prestado un libro, deja su carnet en una funda de plástico que hay sobre la portada del libro, para que se sepa quién tiene cada libro.

A modo de ejemplo sería algo así con todos los libros y el carnet se guardaría encima. De esta manera se controla que un niño no pueda tener más de un libro prestado y se sigue un control de quién tiene cada libro.


Para ello necesitamos diseñar un carnet con los datos del alumno:



Pondremos a su disposición un tablón con las portadas de los cuentos y los nombres de los niños para que, si quieren, den su opinión sobre el libro, si les ha gustado o no.



Dinamización y animación

Como bien dice el módulo docente, “para leer se requiere una cierta disponibilidad personal y muy diversas razones”.

Las estrategias de animación y dinamización se realizan para producir un acercamiento afectivo e intelectual hacia un libro en concreto, de manera que esta afectividad se vaya generalizando a toda la literatura. Ya que es difícil motivar a todos de la misma manera y con las mismas estrategias, intentaremos buscar motivaciones diversas dirigidas a las diferentes personalidades.

Kamishibai

Kamishibai, en japonés, quiere decir “teatro de papel”. Es una forma de contar cuentos muy popular en Japón. Está formado por un conjunto de láminas que tienen un dibujo en una cara y texto en la otra.
Como el texto está en la parte posterior de las láminas el kamishibai siempre necesita un presentador o intérprete que lea el texto mientras los espectadores contemplan los dibujos.
La lectura del kamishibai se realiza colocando las láminas en orden sobre un soporte, teatrillo de tres puertas que se llama “butai”, de cara al auditorio, y deslizando las láminas una tras otra mientras se lee el texto.
El componente teatral del kamishibai trasciende a la simple lectura, ayuda a conseguir un efecto mágico y de concentración en torno al cuento mucho más fácilmente que con otras técnicas.
Al interpretar un kamishibai se produce la interacción gozosa y compartida entre los miembros de la audiencia, entre éstos y el intérprete, y entre ambos y el mensaje que el autor quiere transmitir.
Los niños asisten en grupo a un espectáculo en el que todos juntos pueden gritar de miedo o reír con fuerza. Esto les predispone a compartir los mismos sentimientos, experimentando la sensación de grupo y el disfrute conjunto. Dicho efecto puede ser incrementado por el intérprete adaptando su entonación, ritmo e incluso variando expresiones teniendo en cuenta el ambiente creado.
Con esta técnica podemos representar cualquier cuento fabricando nuestras propias láminas.


Cuentacuentos familiar
Periódicamente pediremos ayuda a las familias de los niños para que vengan a contarnos o leernos cuentos.
Este cuento será a elección suya, traído de casa o de nuestra biblioteca, de manera que pueda llevar a la sesión el cuento preferido del niño. Esta estrategia ayuda al niño a familiarizarse con la lectura de mano de sus seres queridos, lo que le aporta especial calidez al proceso.
Cada persona cuando cuenta un cuento lo transmite de manera diferente y enfatiza en detalles que quizás para otro pasan desapercibidos. Esto enriquece muchísimo la percepción de un cuento para los niños, que van recibiendo así diferentes visiones de una misma obra.
Además, si fomentamos esta actividad en clase, es más fácil que los familiares se animen también a hacerla en casa.


Teatro de sombras
El teatro de sombras se basa en la proyección de figuras delante de un fondo iluminado. Constituyen una de las primeras tentativas de reproducir el movimiento sobre una pantalla, y en este sentido pueden concebirse como un remoto antecedente del cine.
El teatro de sombras es un recurso mágico para contar historias, inventarlas o adaptarlas.
Ponerlo en práctica conlleva un ejercicio de lectura, de selección, reelaborar textos, de dicción, de secuencias y orden, además de un detallado trabajo con las manos.
Aquí os dejamos un enlace a un video de un teatro de sombras basado en el cuento “siete ratones ciegos
Cuentacuentos con disfraz
De la misma forma que el cuenta cuentos familiar, periódicamente se realizará un cuenta cuentos caracterizado por la profesora que elegirá el disfraz más adecuado según el cuento que vaya a contar, de esta forma ayudará a los niños a meterse más en la narración. Por supuesto la profesora dispondrá de cuentos folclóricos, como El libro de los 101 cuentos para estos y otros momentos.


Conclusión

Esta actividad la hemos realizado entre Alicia Algarra, María Cepas y Elena Nasarre. Nos ha parecido muy útil la actividad puesto que se ponen en práctica muchos de los conocimientos que hemos ido adquiriendo a lo largo de los distintos bloques de la asignatura. Además es una forma de hacer realidad lo estudiado que es, ayudar a los niños a disfrutar de la lectura y el hecho de hacerlo de manera grupal nos parece mucho más enriquecedora poniendo ideas en común y viendo entre las tres la mejor manera de plantear y conseguir los objetivos.

Para ello hemos visto cómo es importante elegir una buena ubicación y decoración que haga una zona confortable que los niños se sientan atraídos y les apetezca estar. También es muy importante saber elegir libros que les vayan a gustar y sean acordes a su momento evolutivo, que les interesen, les motiven y con los que disfruten, sabiendo que además existen estrategias de animación a la lectura con las que siempre podremos ayudarles un poco.


 Referencias

Módulo docente. Bloque V.

Jimenez Rodriguez, S. (2010). La biblioteca de aula en Educación Infantil. Publicaciones Didácticas, 7, 181-185. 


Tomás Guardiola, D. (2010). La biblioteca en el aula de infantil. Revista digital Eduinnova, 25, 37-42

Programa familias lectoras. Consejería de Educación, Cultura y Deporte. Obtenido de http://www.juntadeandalucia.es/educacion/webportal/ishare-servlet/content/70bb97f4-d5cc-4b88-b63a-297ccb60bcee






Imagen Cuentacuentos con disfraz tomada de